El Virus del Papiloma Humano (HPV, del Inglés, Human Papilloma Virus) pertenece a una extensa familia de virus que infecta al ser humano, produciendo lesiones verrugosas en la piel y en las mucosas.

En realidad, la familia de los HPV está compuesta por varios virus similares, que fueron denominados con números consecutivos a medida que se iban descubriendo, existiendo hoy más de 100 tipos identificados.

Algunos tipos virales producen las conocidas verrugas vulgares, otros producen verrugas genitales, llamadas condilomas, otros producen infecciones en el cuello uterino, vulva y vagina, y unos muy pocos infectan estos tejidos pero haciéndolos proliferar en forma anómala, originando lesiones preneoplásicas, que después pueden transformarse en un cáncer.

La infección por HPV del tracto genital femenino puede ser detectada precozmente antes de cualquier signo o síntoma.

La sospecha de una infección por HPV es efectuada por el ginecólogo, al momento de realizar una colposcopía, y confirmada con un examen de Papanicolaou o con una biopsia.

Sin embargo, a veces estos exámenes no alcanzan a confirmar la sospecha del ginecólogo, por lo que se debe recurrir a una identificación por biología molecular, buscando material genético del virus y genotipificando los distintos subtipos.

El resultado de esta tipificación permite establecer dos categorías de infecciones, las producidas por virus pocos agresivos (bajo riesgo) y las producidas por virus potencialmente peligrosos (alto riesgo)

Nuestro laboratorio, a través de la prueba de PCR anidada, seguida de una hibridación en placa puede identificar los siguientes tipos virales en una muestra de cepillado cervical.